Las cintas de Ari Aster no son películas de terror, son catarsis emocionales.
Muestra personajes que llevan sosteniendo estás cargas reprimidas dentro de si.
Crea un espació para conocerlos más de cerca, mas a profundidad, observando sus acciones, compadeciéndonos de sus emociones, comprendiendo las situaciones en las que se encuentran.
Llevándolos al borde de su mente, encerrándolos en un infierno personal del que no pueden salir en el que parece ser que es el único lugar donde pueden sacar todo…