La vida no es un juego y menos que todo, el riesgo es algo a lo que no nos adecuamos muchas veces hasta que estamos muy cerca del filo o hacemos que otros pasen de ahí. Verle las barbas al lobo es quizá una de las cosas que más paralizan en este mundo. Sin la confianza no somos nada y en esos momentos temblamos porque somos de barro y no de acero.
Ahora bien, me gusta que traten de forma…