Una de las recomendaciones de (y me pongo de pie) Paul Thomas Anderson en películas de terror recientes, y sin dudas una acertada.
El poster del film es una carretera en forma de pentagrama de cinco puntas, una figura que es infinita y que, siguiendo sus lados, se cae en un ciclo reiterativo, eterno. La estructura de la película seguirá ese exacto diseño, en el que las cinco historias de la antología se encuentran estrechamente relacionadas en un vértice (representado con un brillante paneo de cámara en todas las ocasiones) y la carretera jamás termina.
Sin entrar en un desglose de cada historia puedo decir que cada una tiene una personalidad marcada, distintiva y que, sin embargo, no se distancian…